miércoles, diciembre 28, 2011

La comida fría no es comida (o lo que quedó en el tintero de “A propósito de la Navidad”)


Es una cuestión de principios. Una plantada de bandera. Un grito primal, desesperado, que retumba en un eco interminable de soledad. Un lamento desgarrador que resiste los embates cada vez más virulentos de piononos embadurnados en mayonesa de manera tal que enceguecen. De un Vitel Toné que tiene exactamente el mismo sabor año tras año. De las toneladas de Rusa. De las ensaladas exóticas, esas que poseen ingredientes tan disímiles que bajo ningún punto de vista podrían congeniar en un bol salvo para las Fiestas. De alguna que otra ciruela desubicada para el toque "agridulce". De la sobrevaloradísima pavita, el bicho del reino animal más seco del que se tenga memoria gustativa, que hace que la pechuga de pollo parezca un bife de chorizo jugoso. El helado de lechón…


Señoras y señores, como amagué en el post anterior sobre la Navidad, la comida fría no es comida. Es así. Simple. En estos más de 30 años de existencia, para las mismas épocas, llevo deglutidas toneladas de productos  con la temperatura de un difunto. Y estoy podrido. Cansado. Harto. Para peor, incomprendido. Solitario. En esa abrumadora ola en la que intento surfear, además, convivo con el placer manifiesto y exacerbado de los Otros, de quienes disfrutan exteriorizándolo como si fuera a propósito para joderme, de tales menesteres culinarios. Aclaración: no es pase de factura a nadie en particular; se trata de algo que percibo cada vez más masivo, que excede ampliamente al/los círculo/s familiar/es. Entiendo que, en los papeles, requiere de menor preparación. Entiendo la excusa del calor y el no ensuciarse. Entiendo que, a diferencia de Año Nuevo, mucha gente labura hasta horarios irracionales (a punto tal que me he ofrecido a confeccionar comida de verdad, con un arrojo militante que empequeñecería al propio Che). Pero no me pidan que entienda el regocijo que les provoca, las exclamaciones bocado tras bocado. Disculpen, pero eso no.

Hubiera asesinado por hincarle el diente a un soberano trozo de vacío nadando en chimichurri. No me importaría un regio carajo el mancharme con grasa de cordero, con algún chispeante chinchulín, con una costilla rebeldona de chancho. Hubiera llegado al clímax cuando el picor furibundo de un chorizo mercedino o de Saladillo me perforase la boca, para dar paso así a la convocatoria de aquellos brebajes divinos, únicos instrumentos capaces de reprimir la furia demoníaca desatada por el embutido malditamente genial. Es más, el pollo también habría calzado de maravillas.



Mis expectativas, ahora, están puestas en el 31 a la noche. No son muchas, pero son suficientes como para mantener, al menos, el ánimo no tan por el piso.

Probablemente estas líneas no modifiquen mi derrotero alimenticio de las Fiestas. Mi proclama no dejará de ser un fosforito en la llamarada. Pero acá estoy. Y a rogar por carnes calientes. Carajo.


lunes, diciembre 26, 2011

A propósito de la Navidad





Ya pasó. Una Navidad más, atea y clasemediera urbana, con comida fría a granel (digresión: tengo una teoría acerca de que ese tipo de platos no constituyen “comida”, pero quedará para otra ocasión), escabio, dulces, acidez, resaca, dolor persistente en la nuca. Para los que somos padres de nenes chicos resulta maravilloso ver cómo ellos viven la previa, la emoción, la carta, el momento de los paquetes. Es realmente alucinante y remite de manera automática a nuestra propia historia, a nuestros deseos de entonces por un fuerte de madera para vaqueros, la número cinco gajeada con los colores predilectos, los soldaditos, los playmóbil. Los recuerdos de los que no están. Alguna que otra reyerta familiar memorable, alguna que otra curda papelonera.

Más adelante, ya bastante pajerón crecido, era la perfecta excusa para rajar tipo una, una y pico, a juntarse con los amigos. Caer en la casa de Sultano con botella bajo el brazo y armar así una especie de reunión etílica a la canasta, asentar una buena base y después partir para el boliche hasta el amanecer. Largas caminatas dibujando eses en el asfalto mientras los bólidos conducidos por borrachos dementes nos afeitaban el culo. Piñas, corridas, vómitos y nunca una encamada. Típico de adolescente (?). 

Pero así como en lo personal me genera o moviliza determinadas cuestiones, sé que a muchas personas le rompe soberanamente las pelotas. Por motivos religiosos. Por no estar a gusto con la parentela (calculo que a muchos nos ha sucedido, sobre todo en la edad idiota). O, por una cuestión, si se quiere, más principista, ideológica: que se trata de una "festividad” armada por la mano invisible del mercado, amparada desde luego por los perversos administradores estatales y la Santa Iglesia, para generar un frenesí consumista cuyo único fin es engordar los bolsillos de gerentes anónimos de las grandes corporaciones. Un espejismo pergeñado por mentes perversas, de rostros rigurosamente afeitados, corbatas de seda violáceas y smartphones de los más ostentosos. Un enorme y gigantesco buzón empaquetado para que lo compren millones de ilusos. O millones de boludos monumentales, como más le guste.




Tal es así que he visto por varias calles céntricas de la ciudad el afiche que ilustra este post. Y me hizo ruido, más aún cuando tuve la ocasión de ir a uno de esos hipermercados que parecen ciudades como el que le garcó la cancha a los cuervosVarias cosas me llamaron la atención. La primera, que Guillote Moreno no mintió (?): por dos mangos cualquier familia se podía llevar una canasta navideña digna. A pocos metros de donde me encontraba, un matrimonio joven, muy humilde, ponía con ansiedad evidente e infantil, su pan dulce, las garrapiñadas, un par de turrones, sidra, Ananá Fizz. El tipo, un flaco con pocos dientes y varios tatuajes horribles confeccionados a pura aguja y tinta china, sonreía de par en par. Hablaba con su mujer, una morochona petiza de pelo color petróleo a punto de parir, a los gritos. Rebalsaban de felicidad.

Seguí mi camino sin olvidar a esa pareja. Me abstraje del objetivo primario, que era comprar algo de chupi. Y levanté la vista para encontrarme, oh sorpresa, con muchas otras familias como la que me había atraído. Por supuesto que había de todo. Era un enorme micromundo policlasista. Desde bigotudos bronceados con chomba Polo y bermudas de gabardina crema, hasta vejetas rubionas (a la fuerza) con la cara desfigurada por las cirugías. Sin embargo, me detuve en los otros. En un hombre que había pasado los cuarenta que tenía ambas manos enchastradas de pintura seca, ropa de grafa hecha moco y un sombrerito gris al estilo Piluso. Lo acompañaba un hijo adolescente y cargaba sólo juguetes. Supuse que debería tener unos cuantos pibes, de acuerdo a la cantidad de objetos que llevaba. Sonreía. El pibe que empujaba el carro parecía asesorarlo cual experto vendedor. También estaba manchado de pintura de pies a cabeza. No muy lejos de allí, una familia con rostros bien andinos (¿eran siete, ocho, diez?) arrastraba como podía dos carros atestados de lo que uno presuma como navideño.

Era hora de ir a las cajas y rajar. Poco antes de ocupar mi lugar en la fila, me volví cruzar con el matrimonio del tatuado y la embarazada. Se abrazaban. Se decían cosas al oído. Con una complicidad tierna repasaban los tres o cuatro regalos escogidos. Llegué a escuchar algo parecido a “le va a encantar”. Se ubicaron delante de mí. Pagaron. Pagué. Me fui. Durante el regreso no dejé de pensar un segundo en ellos y en las otras personas que sacudieron mi atención. Los visualicé, a cada uno en su respectiva casa, compartir esa comida y esas botellas a pura carcajada. El momento del engaño para distraer a la manada de chicos y así acomodar los regalos de Papá Noel vaya uno a saber en qué lugar disponible. Los ojos sobresaltados de los pibes al verlos, la singular destreza destructiva con la que aniquilan el envoltorio de los paquetes. El intercambio de miradas pícaras entre los adultos. El fingir sorpresa.

Las imágenes se multiplicaban. Manejando por una calle desierta, creí ver escenas de ese tenor en barriadas periféricas, en rancheríos de adobe o de madera perdidos en algún rincón de los tantos kilómetros que tiene este país. Laburantes, desocupados, los sin nombre reunidos alrededor de una mesa con mucho, poco o casi nada para compartir, pero sin dudas en uno de los momentos más felices del año. Me acordé de la proclama del cartel. Y esas caras. Concluí que es una soberana pelotudez pequebú, bienpensante, superada, de pretensiones iluministas. Porque pocas cosas me motivan más en la vida que ver a la gente pobre feliz. Qué carajo les importa “la farsa consumista elucubrada por los mercaderes del sistema”. Sólo quieren pasar un rato lindo en familia, comer un poco más que de costumbre, beber otro tanto, tirar algún cohete, regalarle algo a los chicos (que muchas veces los pone en una tremenda encrucijada: el obsequio es para Navidad o el cumpleaños), cagarse un poco de risa, y quien te dice, medio copeteado, echarse un polvito en la madrugada. Cosas que suele hacer la gente como uno. Je.

sábado, noviembre 19, 2011

La discusión real

En vísperas a las elecciones generales en España, donde se descuenta que el neofranquista PP de Mariano Rajoy se alzará con la victoria, somos testigos desde este rincón del mundo de un constante avance de la derecha más tecnócrata, tal como nunca se había producido desde la caída del Muro. La palada de tierra final, desde mi humilde entender, a lo que fue "la Tercera Vía". QEPD. Kaputt.






Revive una derecha autodefinida como profesional, profundamente antipolítica y antiestatal, que anuncia que "viene a poner las cosas en su lugar". "Cosas" que, a la luz de ese razonamiento, desordenaron los políticos. Es curioso: por izquierda suelen blandirse también esas espadas discursivas (por estas pampas todavía hay pipistrilos que replican tales cantos de sirena, desde los menemistas residuales hasta cierta izquierda radical). Y en parte tienen razón. Las llamadas socialdemocracias europeas, junto a las fuerzas civiles que transitan esa senda -como los gremios- de países como Portugal, Grecia, España, Francia e Italia, han fracasado de manera estrepitosa con políticas que -a grandes rasgos- mantuvieron los andamiajes ideológicos neoliberales. Poco y nada de "socialismo".


Sería motivo de otro post, pero de acuerdo a los acontecimientos y con escaso apego al rigor científico (?), considero que esos bloques de poder relativo no dejan de ser manifestaciones de una izquierda meramente civilista, que pone el acento fronteras adentro en aspectos liberales-progresistas para moldear o configurar sus propias sociedades. Es la izquierda pajera que nos remite de inmediato a la Concertación chilena o al Frente Amplio uruguayo, tan admirada por facciones de la clase dominante y sectores medios gorilas de este lado del río: socialistas que, eso sí, no pudieron desarmar la política restrictiva de la educación universitaria en casi 20 años de gestión o los que se hacen olímpicamente los boludos distraídos con un paraíso fiscal a la vuelta de sus casas. Ahora...¡Señora, no sabe qué educados que son!


Retomamos. La izquierda civilista, incapaz de resolver las crisis con programas propios, le deja picando la pelota al discurso antipolítico. Los tipos se presentan como verdaderos garcas solucionadores de problemas para el común, desideologizados, decididos y con "conocimientos técnicos" infalibles. Tipos temerarios a los que no les va a temblar el pulso para accionar el bisturí hasta el mango (si es que lo tuvieran (?)).  Tal es así, que resulta muy interesante recorrer la prensa europea para comprender un poco más de lo que estamos chamuyando teorizando (?). 


En un artículo muy completo del periodista Ramón Lobo, donde da un pantallazo general sobre la avanzada tecnocrática en Europa, se puede leer un primer comment como el siguiente (pego textual): "La verdadera causa de la crisis viene representada por "20N NO":echarle la culpa a "la derecha,los ricos,los mercados,las mafias,etc":La CRISIS DE LA DEUDA EUROPEA,por algo lleva ese nombre,viene dada por 2 motivos:a)Los gigantescos déficits públicos originados,a su vez,por las políticas subvencionadoras,del "papá estado que todo lo resuelve".b)El bajo o nulo crecimiento económico durante décadas,originado por las políticas intervencionistas,dirigistas,distorsionadoras,de la economía,que la ASFIXIAN hasta casi no crecer.Tanto (a) como (b) vienen sustentadas en las políticas SOCIALDEMÓCRATAS.Es el momento de eliminar este CÁNCER.deben adoptarse las únicas políticas que DESARROLLAN un país,que crean RIQUEZA,que elevan el BIENESTAR de las personas.Esa política es el LIBERALISMO.Es la HORA DEL CAMBIO,por el BIEN DE TODOS.".


Este verso tipo de argumentaciones ya las conocemos muy bien por éstos pagos...

 *** 


Con las denominadas socialdemocracias en agonía, con grandes sectores de la población que desprecian la política en todas sus formas (desde el ciudadano/consumidor medio hasta los "indignados"), el futuro inmediato no puede ser más desalentador para la vieja Europa. Sabemos, los de esta parte del mundo, cómo esos discursos se importan con facilidad. Repito: los de derecha y los de izquierda. 


Días atrás, respecto al cuadro de situación, El País publicó una interesante nota de opinión de Leandro Pereira Meyer, que reza lo siguiente: "Leo asombrado la tranquilidad con la que se transmiten las noticias de la dimisión (destitución) de Silvio Berlusconi y del Gobierno griego, que según todas las informaciones, se produce a causa de las presiones de los mercados. Hasta en nuestro propio país (NdR: España) se proyecta ese mensaje de la necesidad de 'tranquilizar' a los mercados, como la razón más importante para un cambio de Gobierno. Y me invade un miedo enorme, porque es sencillamente un chantaje a la democracia, de alguna manera, un nuevo tipo de golpe de Estado, que podemos llamar la dictadura de los mercados (resaltados míos. Artículo completo acá).


En ese contexto, pareciera estéril continuar con muchos debates que se instalan desde los medios de nuestro país. Reitero hasta el cansancio: por derecha y por izquierda. ¿Es todavía necesario explicitar que la discusión real pasa por la dirección política de la economía o la rendición incondicional a los mercados? ¿Tanto cuesta entenderlo?




viernes, octubre 14, 2011

El laberinto de Sabella


La derrota con Venezuela duele en el orgullo más que en el presente futbolístico. Cuesta digerir un partido como el del otro día, donde se perdió con la famosa “Cenicienta” (que ya parecería no ser tal) de siempre en la Conmebol. Mucho se ha escrito, y como esta nota no tiene pretensiones de originalidad, pero sí de cierto análisis de cara a lo que viene, considero prudente diseccionar la problemática.



El partido

Primeros 20 minutos más que aceptables, con circulación, interesante despliegue por los laterales, Sosa y Di María intentando romper la línea de volantes para que la conexión con los de arriba sea lo más limpia posible para llegar a la zona picante. Tres o cuatro llegadas lo bastante claras como para abrir el score. Hasta ahí, todo marchaba sobre rieles naturales, previsibles y hasta anunciados en la previa.
Sorpresivamente, el juego argentino cayó con el correr de los minutos en la maraña táctica que armó ese interesantísimo entrenador que se llama César Farías, con marcas escalonadas, los carriles libres a sabiendas de la escasa ductilidad de nuestros hombres “por afuera”, la apelación al pelotazo largo que desnudó una defensa impresentable, la coordinación en el pressing desde los dos puntas hasta el bloque medio. Se perdió intensidad, tenencia, sorpresa. Y afloró la confusión. Las atajadas del redimido Andújar. Un gol en contra de pelota parada con Sabella en el banco. Un espectáculo calamitoso, donde los albicelestes se arrastraban por la cancha no pudiendo dar un par de pases seguidos, escasa y llamativa falta de rebeldía ante la adversidad (digresión: cortemos con el verso de la rebeldía entendida como pegar patadas o tackles a lo Puma, pero uno imaginaba al menos ir a la carga Barracas a puro pelotazo sólo por una cuestión de historia y de imponer respeto), Venezuela atacando...Fin. No es el fin del mundo pero es un tremendo llamado de atención. No consuela la frase hueca “algún día iba a pasar”, porque, como se dijo, insultó la falta de reacción anímica al menos para arrollar al rival, quemar naves, prepotear a los venezolanos. Aplausos para Farías, independientemente de su decisión de preservar jugadores, sobre todo por cómo leyó un partido con las limitadas armas con las que cuenta: no olvidemos que Vizcarrondo juega en Olimpo y el Maestrico, además de un descenso fresco con GELP, juega en la reserva de River en la PBN.

Sabella en el banco

El ex DT pincha, quien merece tiempo y muchísimo respeto por ser un tipo probo, laburador y muy serio, cometió varios errores tácticos y estratégicos, que a la luz de los resultados, si bien parece una postura facilista, es la única arma de análisis con la que contamos: es como el muerto a la autopsia (?).
En primer término, es cuestionable el hecho de no haber repetido esquema tras el 4-1 con Chile, por varias razones. De movida, aún rescatando que siempre hay que mirar exaustivamente al rival, cuesta entender por qué no mantuvo una formación que sacó un buen resultado (con falencias notorias en el juego durante los 90 minutos) a sabiendas que recién se hace cargo del puesto, que todavía no existe un “grupo” con todas las letras, que escasean las horas de entrenamiento. El cambio de esquema dejó a la intemperie un sinfín de fallas que Farías aprovechó como nunca. Inexplicable desde todo ángulo la posición de Di María de doble cinco. Insostenible. Un jugador que se caracteriza por la explosión en tres cuartos, por el traslado, jamás puede ocupar ese puesto. Por otro lado, si bien jugaron muy mal, no es justo caerle con todo el peso de jurados a Sosa y Rojo: es absolutamete lógico que un DT lleve a sus “pollos”, en quienes confía por conocimiento previo. No es ningún pecado. Sí, en todo caso es objetable, que Sosa sea titular cuando nunca explotó fuera de las fronteras de La Plata (y con lagunas de las grandes, ya que se lo ha visto en muchos partidos nadar en la intrascendencia del medio local) y hoy se desempeña en el Metallist de Ucrania (?). Lo mismo corre para Rojo, que no tiene minutos en el Spartak de Moscú.

Luego, Sabella repitió algo que los hinchas de Estudiantes conocen bien: la tardanza en los cambios. El caso Pastore, digno de diván, merece párrafo aparte. ¿Qué tiene que hacer el cordobés para tener más minutos? Dicho ésto siendo el único jugador de todos los convocados con características creativas, verticales, capaz de asociarse con Messi, media distancia...Es un tema que merecería un desarrollo más exhaustivo, pero el flaco del PSG hoy es el reclamo tribunero fácil, la queja a mano para cualquier DT ante un flojo rendimiento del colectivo. ¿La razón? Tanto Maradona como Batista -y ahora Sabella-, por más que hablaron maravillas de él, lo pusieron poco y nada, y el tipo, si bien fehacientemente no ha demostrado nada del otro mundo, sí trasladó al público futbolero algo obvio: que sabe, que es un distinto, que es desfachatado, que es de los players que no abundan. Banega tuvo un partido olvidable, Palacio intrascendente. Así todo, no es válido detenerse en el uno por uno porque pierde peso específico la lupa sobre lo colectivo, que es el nudo del asunto.

¿Qué sacamos en limpio?

Mucha tela para cortar que intentaremos presentar con cierto orden para facilitar el entendimiento, y de última, fortalecer el debate.

Hay muchos ciclos cumplidos, con varios años de flojos rendimientos sobre sus espaldas, así como y notables carencias en puestos claves que vienen de arrastre. Los centrales, los laterales, y el medio campo: no es poca cosa, son ¾ de equipo!!! La sensación que primero viene a la cabeza al ver los partidos y la reiteración de rendimientos malos, es que no hay imprescindibles, salvo los delanteros. La irregularidad y la mediocridad, por ende, son regla. Andújar ataja pésimo primero y es figura después. Banega hace una aceptable Copa América, pero meses después es horrible (y en el intermezzo brilla en Valencia). Otamendi se destaca contra Chile y días más tarde no me puede marcar ni a mí. Y hay más ejemplos.

Donde la alarma suena más fuerte es en defensa. Burdisso, y con reservas, debería ser el único que podría integrar una lista nueva. Falta de altura, de liderazgos, de coordinación básica, de presencia en las dos áreas. Lamentable y preocupante. Y acá es cuando un técnico tiene que tomar decisiones y apostar. Menudo trabajo, pero Sabella va a tener que evaluar con mucho detenimiento cómo planificar una base defensiva que hace agua en lo individual y grupal de miras a lo que viene. Y ahí se corren riesgos, sobre todo con el peso de ya haber sido derrotado, y con Venezuela. Pero si los que hay no anduvieron y no andan, hay que formar jugadores en esas posiciones.

A vuelo de pájaro, se me ocurre, que una solución para probar (no nos olvidemos que va a tener mucho de eso este período) sería la de Mascherano de líbero como hace en su club, que por velocidad de corte, por inteligencia y conocimiento del puesto es una alternativa más que válida. Para eso debería estar secundado de dos torres, por cuestiones físicas evidentes. Este es el momento de probar a Federico Fernández como uno de los stoppers. El otro podría ser ese gran proyecto de central de Independiente, Julián Velázquez. Son dos pibes de buen físico, con altura, personalidad y hambre. Con un Mascherano atrás, repito, sería una variante interesante (no nos olvidemos de Mateo Musacchio, titular en el Villarreal desde hace un tiempo, con excelentes referencias de su paso por las juveniles, de Ezequiel Garay el colorado Ré).

En la mitad, soprende la ausencia de materia gris. A falta de un “cerebro” (como dijo el propio Sabella en referencia a Verón y JRR) hay que buscar otra pieza aunque sea similar. Podria ser un doble cinco con Ricky Álvarez, Canteros, D'Alessandro (juega allí en el Inter desde hace un tiempo y lo hace muy bien), Lucho González. Braña merece estar, sabiendo incluso que muy probalemente no llegue a Brasil. No hay mucho más. Algo parecido sucede en las bandas (no los nefastos carriles, por favor). Sosa merece crédito, Valeri, Diego Perotti, Enzo Pérez, Diego Villar, Maxi Moralez...si es que juegan en sus equipos! En las puntas, la carencia de laterales es crónica. Además de los que están, ¿quién “es”? ¿Licht? ¿Pillud? ¿Clemente, con 32 pirulos?
En ese repaso, nos volvemos a tropezar con algo aclarado más arriba: no hay imprescindibles, no hay puestos con dueño. En esa madeja deberá trabajar Sabella. Y apostar con el filo de los resultados muy cerca, en una Eliminatoria que asoma complicada de verdad, con equipos que han crecido mucho en algunos casos y consolidados en otros como Uruguay y Chile, con localías fuertes y con nuestra responsabilidad histórica de estar allá arriba. Confío en la capacidad de trabajo de Sabella y sus colaboradores, pero es muy ardua la tarea que tendrán que afrontar...ya mismo.

Almorzando en lo de "Edgardo"

Llegué. Estacioné a un par de metros antes de la entrada. Vi el cartel de "Abierto" y suspiré: no era la primera vez que pasaba de día y me encontraba con un lapidario "Cerrado". Bajé decidido del coche, puse la alarma y quise abrir la puerta con fuerza. Para mi sorpresa, no se movió un milímetro. Me asomé por uno de los ventanales y nada. Con bastante resignación di un par de pasos mientras me rendía a los encantos posmos del Blackberry, hasta poner un pie en el empedrado y mantener otro en el cordón, haciendo un torpe equilibrio, complejizado por las raíces de un viejo árbol que de tanta fuerza levantó enormes piedras que se ponen la pilcha de desprolijas baldosas.


Escuché a mis espaldas un ruido como a llaves. La puerta se abrió. Una enorme humanidad vestida toda de negro, gafas y cierta fatiga encima me dijo si yo había "golpeado la puerta". Asentí sin decir palabra. "¿Espera a alguien?". "No, la verdad que no". "Pase nomás". Así me recibió en su templo, el gran Edgardo Ricci. Me senté ahí nomás. TN, vía Bruno Bimbi, relataba qué joraca había sucedido en Río con la explosión en Tiradentes. Él me trajo la carta. Le pedí una tortilla a la española y una caramañolita de San Felipe. Intercambiamos apenas un par de palabras, de lejos, ya que se dedicó de lleno a confeccionar mi plato. Se escuchaba el crepitar rabioso de la fritanga y Bimbi seguía pasando data, con la firmeza y el rigor que lo caracteriza. A los poquísimos minutos de mi llegada, alguien golpeó la puerta. Era el Boya. Edgardo, que segundos antes entablaba una breve conversación telefónica, elevó la voz y dijo: "te dejo que le tengo que abrir al Boya". El susodicho ingresó, giré sobre la silla, me levanté y nos trenzamos en un abrazo. "Este es un amigo, Edgar. Vení, vení a la mesa con nosotros". Mudé mis cosas y me sumé a ellos.

Abrimos otro San Felipe mientras la tortilla bien babé se deshacía en mi boca. Las palabras comenzaron a brotar mágicamente, de la nada. Tal vez sea por que en ese oscuro encierro, por estar rodeado de Historia viva. No sé. Lo cierto es que es imposible quedarse callado con un parroquiano y con el propio dueño de casa. El tema excluyente era la visita sorpresiva de una holandesa que se enamoró del lugar, de su bagaje y su patrimonio afectivo. Y la piba, impactada, prometió hacer un libro con fotos y anécdotas, asunto que a Edgardo lo movilizó. Ni bien terminé mi plato, la gringa apareció con su cámara y acento ibérico. Se la notaba alerta a cada palabra, a cada detalle. Registraba. Y en ese torbellino caótico de nombres, protagonistas, loosers y referencias al pasado, surgieron momentos alucinantes. Cacho Massa, ayudante de Basile en la Selección durante su primera etapa y su reencuentro casual con un amigo de Berisso en Las Vegas tras amistoso con EEUU quien le brindó (menos el escolazo) todo tipo de bondades, inmortalizadas en una tarjeta exclusiva del Caesar Palace que Cacho le dedicó a Edgardo. La pelea con Cacho tras el descenso de Gimnasia, que hoy tiene un puesto en la feria del Parque Saavedra.  Las dedicatorias de personalidades que pasaron por allí y que Edgardo atesora como tantas otras miles de cosas. Sus anteojos con patillas de alambre. Su pasión en cada relato. Hugh Hudson, director de "Carrozas de fuego", y su rendición ante el bife local pero marcando la "bad music" (que según el patrón era la orquesta de Ray Coniff). Las fotos de antes. Los muertos. Los antepasados. El cuaderno de tapas marrones donde Ricci tiene a cada uno de sus clientes históricos ordenados mes a mes, de acuerdo a su fecha de nacimiento, para recordar los cumpleaños, con la salvedad que en gran parte de esas nombres figura una "P": significa que ese cliente "partió". En otros, sin embargo, figura una "F" de "falleció", aunque no quedó clara la distinción. Arriesgo a que debe tener que ver con la afinidad que Edgardo tenía con el tomuer.


Siguieron las historias. Las fotos amarillas. Otro vino. Apareció otro parroquiano. Y después otro. Ya era hora de irse. Edgardo tenía que salir un momento y lo hizo sin dudar. Nos quedamos en su tesoro. Uno de los que llegó último se vistió de sereno. Abrimos la puerta. El sol nos cacheteó como si fuera Maravilla Martínez. Parecía el amanecer y ni siquiera eran las cuatro de la tarde. La holandesa prometió obsequiarle a Edgardo una tarta de manzanas. Le saqué una foto con él. Nos despedimos en la vereda, a plena risotada. Me subí al auto y salí despacio, rumiando muchas de estas cosas que escribo mientras en mi casa reina un silencio sepulcral y me termino el Jameson sin hielo que todavía  me mira impaciente, como si también tuviera ganas de irse a acostar. Buen provecho.

jueves, octubre 06, 2011

QUÉ DEJÓ LA VISITA DE ALBERTO F A JUNGLA POLÍTICA

Cada vez que Alberto Fernández reaparece en los medios deja mucha tela para cortar. Ayer por la noche fue entrevistado por ese animal periodístico llamado Juan Pablo Varsky en "Jungla Política en Vivo", emitido por Canal 26. El ex Jefe de Gabinete se reafirmó "kirchnerista" en términos de pertenencia primigenia a un proyecto que considera vivo y latente, aunque no se privó de señalar como "frívolos" algunos gestos de sus integrantes: en particular apuntó contra Amado Boudou y su afición por las seis cuerdas (?). Allí me quiero detener. A partir de ese espectro genérico de sus críticas al Gobierno, enfocadas a cierto infantilismo consignista, donde, según su óptica "hay mucho de Nestornauta y poco debate", arrojó dos líneas concretas: "kirchnerismo tonto" versus "kirchnerismo racional", y la trascendencia del Proyecto K más allá de la figura de Cristina.

La distinción entre kirchnerismos posibles es la puerta de entrada a la madeja. Uno, el "tonto", el fanático, el cristinista (lo identificó claramente con una tendencia -je- que él no comparte). El otro, el "racional", el que apoya las piedras basales de la gestión pero "señala lo que está mal", lo ubicó en la figura de Juan Manuel Urtubey, tal como se lo presentó Varsky como pie de pregunta. A partir de esa separación se aguas, el palo a Boudou (indirectamente referenciado como cristinista), expresó sin rodeos que va a "sentarse a discutir" sobre el futuro del espacio que "va más allá de Cristina" y adelantó que peleará -sin determinar desde dónde- en las elecciones de 2013 donde los porteños renovarán bancas en ambas cámaras. Tampoco se privó de tirarle flores a Felipe Solá, de quien se declaró "amigo".

Sin dudas Alberto mostró las cartas con las que va a jugar en una carrera que ya se lanzó por la sucesión en el peronismo y señalamos en su momento tras la elección de Córdoba (digresión: parece un disparate mayúsculo que a días de una elección presidencial se estén hablando ese tipo de cosas). Es un hecho que gran parte de los gobernadores populistas conservadores de pertenencia pejota, con Scioli y Urtubey como cabezas sobresalientes, representan eso que Fernández define como "kirchnerismo racional", que cuenta con número, despliegue territorial (el bonaerense aceitó y reforzó contactos con intendentes del Conurbano, y de alguna manera uno podría interpretar la movida de Solá como funcional a esa estrategia), cierta organicidad y simpatía manifiesta de sectores corporativos hoy reconvertidos en oficialistas por necesidad y desierto opositor más que por convicción y amor a la patria. Por otra parte, el kirchnerismo "tonto" y por ende "irracional", encarnado en los Boudou, Mariotto, Bossio, el Evita, la temida (?) Cámpora más muchás facciones juveniles y un largo etcétera representan al Otro sector, con el que Alberto elípticamente señala que hay que sentarse a discutir (sic) para definir el futuro del Proyecto. 


La pelea es y será aún más pronunciada dentro del peronismo, más que nunca, y son varios los que ya lo manifiestan sin rodeos. Quedan muchos interrogantes. El primero, qué será del apoyo crítico progresista no pejota con Sabatella como punta de lanza, en este contexto. El segundo, qué partido jugará la CGT. El tercero, al morir el Peronismo Federal y centrarse la disputa en las vísceras del monstruo invertebrado, cómo va a ser el PRO para saltar las fronteras de la Capital Federal. Parecen palabras prematuras, pero la dinámica política argentina, y en particular el peronismo, hacen que cualquier esbozo pueda transformarse, en un santiamén, en un inútil bollito de papel a las pocas semanas. O que cualquier hipótesis, por más descabellada que parezca, se transforme en un hecho político palpable y de carne y hueso.

jueves, septiembre 08, 2011

GRACIAS PIPINAS

Estuve el fin de semana pasado, específicamente el sábado, en Pipinas, partido de Punta Indio. A pocos kilómetros de LP (90 para ser exactos) encontramos este hotel autogestionado en formato de cooperativa de trabajo, que es una preciosa gema invaluable.
Se trata de un predio de 13 hectáreas recuperado por los trabajadores y vecinos del pueblo, que tras el cierre de la fábrica cementera (de Loma Negra hasta el final, pero existente de la década del '30 bajo el nombre de Corcemar) caminó hacia la lenta desaparición, arrastrando personas, bienes, historias. Pero un grupo de cabezaduras se aferró al terruño, se organizó y sacó adelante este emprendimiento que es una verdadera maravilla.
El hotel propiamente dicho funcionaba como tal en la época en la que la empresa hospedaba a personal jerárquico o profesionales. Cuenta con servicios esenciales, desayuno, restorán, tele, un parque impresionante, alquiler de bicis y pileta de natación en verano...y mucha, pero mucha paz.
Y la calidad humana de Margarita y su tropa (perdón por no nombrarlos!!!) no tienen parangón. Vayan a descansar. Conózcanlo. Vale la pena.

PD: A pocas cuadras, sobre ruta 36, hay una parrilla notable para hacer alguna comilona fuera del hotel

PD2: Diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires, tengan la amabilidad de gestionarles a estos héroes la gratuidad de la luz y el gas. Gracias


Entrando al predio.





Se puede leer el nombre original "CORCEMAR"


De fondo, la chimenea de la vieja cementera.


Parte del parque. La edificación -todavía no recuperada- corresponde al "club" del predio: allí funcionaba una biblioteca, cine y muchas cosas más.


Vista desde la parte de atrás, desde el club Corcemar.

Ahora, desde adentro...



Fotos situadas en la entrada, donde muestran el antes y después, el abandono y la agonía, el renacer y la esperanza.


Pasillo de las habitaciones.


 Mirad (?) el detalle de las cañerías arriba de las puertas de cada una de las habitaciones.


Ducha mística. Me mataron los caños, lo admito (?).


Una foto hecha cuadro de 1.5 x 2 mts, maso, donde se percibe la magnitud del predio respecto al pueblo de Pipinas. Está en el salón comedor del hotel.

 La cocina.


El salón.

 Salón II.


Las entrañas de la cocina.


Las entrañas II.

jueves, agosto 18, 2011

¿Y después de oKtubre? Desde oKtubre…

Si los resultados de las primarias no se alteran demasiado en octubre, como todo indicaría, el tablero político argentino padecerá varios reacomodamientos en el corto y mediano que dejarán secuelas de las fuertes. Vayamos diseccionando.




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En principio, Alfonsín, Duhalde y Carrió, cada uno a su manera, persisten con sus candidaturas en un viraje estratégico que apunta a instalar la necesidad de “controlar” al gobierno en los distintos parlamentos. La maniobra, que contará con el respaldo del núcleo duro de los medios opositores, no parece tener mucho oxígeno. ¿Por qué razón el votante que no los eligió en las primarias debería hacerlo ahora, haciendo foco en las listas legislativas? ¿Cuán viables es imaginar que muchos votos cristinistas mostrarán la boleta cortada en ese rubro? Son preguntas que, desde el sentido común, arrojan una respuesta unánime: ninguna.
Por otro lado, la dinámica voraz de la política producto del tsunami Cristina, tal vez depare sorpresas, como por ejemplo el corrimiento de algún candidato del trinomio Alfonsín-Duhalde-Carrió. Son tiempos muy turbios para ellos, con muchos frentes abiertos y el desconcierto oficiando de patrón en cada uno de sus bunker.
Allí, quien asoma con fortaleza es Hermes Binner, que quedó a menos de 3 puntos del radical y del ex senador y tiene muchísimas chances de posicionarse segundo en octubre, por el hecho de ser una cara “nueva” para gran parte de la sociedad, de pertenecer a un espacio claramente no peronista y de contar en sus espaldas una gestión avalada en las urnas en uno de los distritos más importantes del país. No es poco, está claro. Y menos, si el santafesino mira a ambos lados de sus hombros opositores y es conciente del desierto político que lo rodea. Dependerá de su cintura personal y, sin dudas, de la capacidad de sus equipos técnicos de instalar un discurso atractivo que no repita los lugares comunes de los candidatos de la derecha. Que se diferencie del “Grupo A”. Que no se siente a cabecear centros complacientes en los sets televisivos de siempre. Que plantee una agenda temática concreta (y no que repita argumentos  que casi ni difieren con los del oficialismo). Que camine por cada rincón del país. Habrá que ver si lo logra.
¿Y el Gobierno? El mensaje de Cristina fue claro: humildad, los votos no tienen dueños y trabajo. Es previsible que el Frente para la Victoria reforzará esfuerzos militantes para obtener más votos aún y copar las cámaras casi sin campaña: sólo le alcanza con continuar gestionando, achicar los márgenes de error, mostrarse conciliador y esperar un porcentaje del cielo del voto a ganador. Tiene ese handicap.

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El radicalismo sufrió una estocada de consecuencias, hasta ahora, imprevisibles. Una caída que parece no tener fondo. De poco sirvió la exaltación de Cobos post 125 (¿dónde está?), la reconstrucción del relato-Alfonsín tras su muerte, la imposición (fallida) extraplanetaria de Ernesto Sanz, el inconsistente hijo-de-con-los-bigotes-del-padre. Quedó desnudo el fracaso de la amalgama con fórceps con De Narváez: hubo traiciones por doquier y ya hay sectores del partido que prometen hacer mucho más que ruido tras octubre, representados por Federico Storani y otros ex Coordinetas de Buenos Aires.
La batalla será feroz, y de acuerdo a la experiencia reciente –más por los resultados que por convicción-, parece inevitable que los radicales busquen en Hermes Binner y su espacio una especie de refugio de supervivencia hasta el acomodamiento de los melones en el carro bajo el manto piadoso de “retornar a las fuentes socialdemócratas”. Hay un hilo conductor que comparten en Santa Fe y al cual los radicales apelarán para reflotar el romance de otrora, al tiempo que no sería descabellado imaginar a Margarita Stolbizer y otros “ex” a que oficien de mediadores. No será tarea menuda si es que a Binner le va bien de verdad; cotizará en bolsa e impondrá condiciones. Además tendrá –Binner - que manejarse con amplitud, tolerancia y una enorme cintura para contener a todo el FAP adentro: el sector de los oscilantes e impredecibles Libres del Sur, el pinismo residual y la CTA post mortem difícilmente puedan compatibilizar cánticos referidos a los “hijos de Santucho” con los boinas blancas. Aunque en política todo es posible. Sería una llamativa –y endeble- construcción, mucho más similar a lo que fue la Alianza que a una propuesta superadora y novedosa.

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Los disidentes están en terapia intensiva. Como ya señalamos, el partido en términos peronísticos (?) se va a jugar en una misma cancha, y con estos guarismos, fuera de la línea de cal está el cementerio. Duhalde, como candidato, se encuentra un metro bajo tierra, Das Neves no tiene más al pago chico bajo el brazo y quedó a la luz de la opinión pública como alguien poco afecto a la transparencia electoral. Sobrevivirían Chiche, Graciela Caamaño, Brown y algunos otros nombres con rancio olor a pasado. Al igual que sucede con los radicales, por naturaleza ideológica y supervivencia, lo que quede del amorfo “Peronismo Federal” caminará rumbo a los brazos abiertos del PRO. También se verán escenas impensadas como la de varios de ellos retornando cabizbajos al Partido Justicialista. Los restos del duhaldismo, junto a De Narváez, no tienen otra salida que jugar con Mauricio Macri de cara al futuro. Pero será el alcalde porteño el que marcará los tiempos, el que tendrá el lápiz rojo. Serán cola de ratón. Es el que ganó teniendo fecha libre: se preservó, tendrá 4 años por delante al frente de la CABA, soga para afianzar el sello amarillo en el interior. Sólo le resta esperar, y cual patovica, decir en la puerta de entrada, “vos sí, vos no”. Incluso a ex aliados. O enemigos que lo denostaron. Pequeñas revanchas (venganzas) que da la política.
Los Rodríguez Saá, que le facturan a Duhalde viejas zancadillas, son una caja de sorpresas. Su proyecto autonómico, más allá de cierta influencia en las provincias vecinas a San Luis y un aceptable caudal de votos en provincia de Buenos Aires, es de mecha corta. Pero, debido a la inanición electoral opositora, sus votos son codiciados. El destino, incierto.

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Carrió feneció. Políticamente, claro. Sus desmesuras, sus virajes, delirios místicos e insoportable megalomanía, la llevaron a una caída estrepitosamente probable pero de magnitudes increíbles. Su ya minúsculo espacio quedó reducido a un par de figurines decadentes que deberán hacer esfuerzos sobrehumanos para permanecer. La Coalición Cívica proveerá al PRO, al radicalismo y hasta el novedoso FAP de Binner. Se transformó en un sello de goma, con fecha de vencimiento.

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Y la pelota tiene dueño, por ahora. Dueña, en realidad. Se llama Cristina. Con su liderazgo fuertemente consolidado, tanto ella como su equipo económico, son concientes de las dificultades que todavía siguen sin resolver y las que pueden arribar producto de un mundo cada vez más descompuesto (tema atendido con el resto de los países de la UNASUR al menos en una primera instancia para actuar a modo de bloque). Mantener el crecimiento en términos razonables/posibles, comenzar a resolver el déficit habitacional y el acceso a la tierra (algo adelantó en su discurso del lunes último), reducir el trabajo no registrado, evitar los sacudones inflacionarios, reducción progresiva de subsidios innecesarios dirigidos a algunos sectores como el energético y transporte (junto a una mayor inversión allí), elevar el piso de ganancias, trabajar en una normativa de servicios financieros e incrementar la capacidad productiva industrial con la vista puesta en el plus del valor agregado, son algunas de las metas que ya se trazaron en Olivos.
Ella, jefa indiscutida del peronismo, tiene bien en claro la importancia de obtener las mayorías necesarias para seguir “profundizando el modelo”. Y sabe, también, que por más que haya una oposición desmembrada, no tendrán demasiados pruritos para actuar a modo de muralla. Y obstruir. Si ya lo hicieron, ¿qué indica que no repetirán su accionar? Por todas estas cosas, Cristina va a la caza de muchos de los votos que no la acompañaron en las primarias. No quiere sobresaltos. No quiere sorpresas. Y todo el peronismo, que aspira a ganar las legislativas en 2013 para ir definiendo la sucesión, tampoco. Pero esa ya es otra historia.




jueves, agosto 11, 2011

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EL PARTIDO SE JUEGA ADENTRO DE LA CANCHA


La gran mayoría de los analistas políticos apelaron a la figura del “atrincheramiento territorial” respecto al accionar de José Manuel de la Sota en los últimos días, desde el inicio de su campaña por la gobernación mediterránea hasta su discurso con el score puesto. Esa postura, sin embargo, disparó distintas interpretaciones de cara a las primarias y sobre todo con vistas a la pelea de fondo de octubre. El hecho concreto es que el cordobés mantuvo su lista de diputados a pesar de las fricciones con la Rosada (su intento fallido de imposición) y no se inclinó públicamente por ningún candidato presidencial para los comicios del domingo. Punto. Su astucia, digna de un viejo peronista mañero, queda evidenciada cuando muestra sobre la mesa que los votos obtenidos en la gran elección que protagonizó días atrás tienen dueño: él.

¿Y qué va a hacer De la Sota el domingo? Probablemente no demasiado. Seguirá en su tesitura autónoma al menos de la boca para afuera, aún sabiendo que gran parte de los intendentes que lo apoyaron jugarán con CFK. Y esperará los resultados, tranquilo. El “Gallego” no tiene un centímetro de bobo: sabe en su fuero íntimo que las posibilidades de que Cristina sea reelecta son muy altas y que el partido desde hace un tiempo a esta parte se juega adentro de la cancha peronista. Por eso, no sería de extrañar que si las primarias arrojan números contundentes para Balcarce 50, el gobernador electo de Córdoba visite Olivos aunque sea para retomar las negociaciones por la caja de jubilación provincial.

Scioli fue el primero en visualizar la vital importancia del adentro. Vituperado, objeto de cientos de operaciones mediáticas, el bonaerense está en pista de largada –formalmente- desde el mismo día de la muerte de Néstor Kirchner. Juan Manuel Urtubey, que obtuvo unos números sorprendentes en su elección de abril cuando fue reelecto por más del 55% de los sufragios, obró en consecuencia y también ocupa su lugar en la pole. Ahora le tocó al Gallego. Esperan otros, que no sólo deberán revalidar títulos en el pago chico sino que tendrán que demostrar cuántos votos le pueden arrastrar a Cristina: Sergio Uribarri, Milton Capitanich, José Alperovich y José Luis Gioja. Parte de la carrera ya se largó, y a modo de comparación con el rally, podría decirse que el domingo culmina la primera etapa.

Los “gobernas” quieren (más aún: les conviene) que gane Cristina, por múltiples razones. No entender ese concepto es no entender al peronismo. ¿La principal? Ella no puede repetir. Y ese espacio de poder no puede quedar vacante o en una nebulosa a merced de opositores. Es por eso que tanto Duhalde como todos aquellos que se declaman peronistas pero juegan por fuera, sea con Macri o con otra fuerza, visualizan un horizonte por demás complicado. Ese desconcierto se traslada a las encuestas y a las propias acciones de sus referentes (?) -que poco contienen de políticas-, que se asimilan simples e improvisados manotazos: anunciar un eventual respaldo a un radical como Alfonsín, aferrarse a la Sociedad Rural, escasísima convocatoria pública y una apelación mística al “voto sorpresa” que parece un giro retórico más propio de Elisa Carrió que del bañero de Lomas.

Para complejizar el cuadro, el ala dura del kirchnerismo, con fricciones, logró posicionarse con fuerza en diferentes listas a lo largo del país que de mínima le garantizan una presencia al menos novedosa en el escenario que vendrá. Por otro lado, el llamativo silencio de Hugo Moyano abre otra incógnita sobre su porvenir: nada indicaría que suceda demasiado, además el camionero es otro de los “muchachos” que no tienen ni un pelo de zonzo. Resta saber el comportamiento de algunos intendentes del conurbano, que en el 2009 miraron para otro lado y repartieron boletas cortadas a espaldas de Néstor. Es cierto que el contexto mutó. Y más que nada, retomando el cerebral pulso de los “gobernas”, todos, absolutamente todos (heridos, molestos, puteadores, traicionados, avasallados) precalientan para jugar el partido. Adentro de la cancha peronista, como lo indica su ADN. Aún en un movimiento donde la lealtad y la traición son caras de una misma moneda que suele andar por los aires más seguido que en otros barrios.

jueves, julio 21, 2011

HASTA LA PUERTA DEL CEMENTERIO, SÍ


Borre a Pino, señor editor (?)


Este post llega claramente a destiempo, por múltiples razones que no vienen al caso. Pero lo que queremos traer a colación es que lo esbozado acá y acá entre marzo y abril, no era un delirio: Víctor De Gennaro y Claudio Lozano hicieron un negocio redondísimo como satélites de Proyecto Sur hasta lograr sus objetivos

La egolatría insoportable de Pino Solanas, sus declaraciones fuera de lugar, la pésima lectura del escenario político porteño en particular y del nacional en general tras la elección de 2009, su sobreexposición mediática repleta de sunescándalos, sumado a sus volteretas en el airelo transformaron en alguien no muy diferente a Lilita Carrió. Y puertas adentro de lo que por entonces era Proyecto Sur se evidenciaba mucho malestar. Era previsible que con alguien así a la cabeza ningún proyecto podría arribar a buen puerto. No way, señalaba el cartel (?).

Pero los muchachos no se quedaron quietos. En realidad nunca lo estuvieron. La disputa por poder en política es por lugares, vaya novedad. Sin temor a equivocarnos y a la luz de los hechos, a Pino Solanas se lo fumaron en pipa. Lo acompañaron a la puerta del cementerio, se dieron vuelta y rajaron matándose de risa. Solanas apenas sacó poco más de la mitad de los votos que en 2009, quedó fuera de carrera para octubre, se quedó sin su gente más visible y sometió al ridículo a Alcira Argumedo con su candidatura a presidente. Va rumbo a convertirse en un cadáver político, que encima no se rinde y anuncia candidaturas para 2013 y 2015.

El resurgir de De Gennaro tiene que ver con la necesidad imperiosa de pelear por algún cetro de poder, más aún después del mamarracho electoral que enchastró a la CTA. El dirigente social apuntó a encabezar una lista de diputados nacionales y lo consiguió: su "aspiración" a gobernador además de ser una maniobra distractiva y de posicionamiento iba a ser meramente testimonial, está claro. Claudio Lozano ("el que no medía", modo Pino on) operó de la misma manera y se ubicó como primer diputado por la Capital. Después quedan en el aire las declaraciones altisonantes, el pase de facturas sobre quién es el responsable de tal ruptura, quién es más progre. En tanto Victoria Donda, Humberto Tumini, Jorge Ceballos, más la flamante adquisición del hombre estrella del PCR, Juan Carlos Alderete, también pelearán por formar parte del eterno drugstore legislativo tan característico de cierta progresía. Todo, bajo el ala protectora de Hermes Binner y de Margarita Stolbizer.

Lo bueno es que como todo armado de 100% de pureza ideológica, todo esto fue posible gracias al consenso, la participación horizontal de los militantes y cabildos abiertos (?).

Y para empezar, arrancaron bárbaro.

sábado, julio 16, 2011

SAZZIZZA ALLA CLEMENZA...

Esta es una receta inspirada lejanamente (?) en el gran Clemenza, culata y matón inseparable escudero de Don Vito Corleone en la recordada saga que no viene a cuento mencionar (?). Avanti, morocha bersaglieri!!!

No es un cuadro de naturaleza muerta (?). Son dos morrones, ídem cantidad de cebollas (en este caso moradas, porque me place) y sabiola de ajo, aunque en realidad usaremos 5/6 colmillos, qué chiste pésimo dientes.



Y....Shazaam!!! (?) Aparecieron picadas...Aclaración: el picado, baramí, diría el turco, no debe ser ni pequeñito  porque es de putos (?) ni para jugar a los dados. Gustos, que le dicen.



Buah (modo Magdalena Ruíz Guiñazú on). Ahora, es turno de colocar nuestros 300/400 gramos de picada de res (?) en un recipiente.

Hora de la condimentada. Todo a ojaldre, eh. Un huevo, harina, sal, pimienta, orégano, ají molido. Y un poco de lo picado rato antes: morrones, cipolla, ajo. La idea es hacer una especie de bolitas, que no llamaremos "almóndigas" ya que técnicamente no serían tales (?). Pero si les pinta rotularlas así, allá ustedes. Son dos fotis (?) para ilustrar cómo le vamos agregando cosillas. No tiene ninguna finalidad extra.



Después de embadurnarse bien las manos, sale algo más o menos así: rústico (?), como a mi place.


En otro ángulo, más artie (?).


Mientras dejamos reposar nuestras impresentables cachos de carne rústicas albóndigas, tenemos que salpimentar unos 300/400 mogras de paleta cortados en dados generosos o simples rectángulos. Como os plazca.


Le sumamos unas 4/5 salchichas parrilleras. Todo esto va a ser central en nuestra Sazzizza alla Clemenza.


Bien. Próximo paso: cocinar la carne. En primer término, las albóndigas.


Para ir compensando nuestro trabajo, vamos amenizando el garguero: Quilmes Imperial Cream Stout (está bien, nada del otro mundo).


Volvemos. Las almon van tomando color.

La cara de boludo importante del cocinero, infaltable.


Retiramos las albóndigas y la paleta con las salchis, a chisporrotear grasas y calentando para obstruir arterias (?).

En la olla donde se va a ver la verdat de la milanesa, ponemos a calentar olio d´oliva (diría Don Altobello en la III).

Cocinamos el picado del principio.


Abrimos una Salsatti que viene salsa + tomates, y los cortamos para que tengan un tamaño tragable (?). A su vez, preparamos botellón INCA místico de tomate triturado porque no tengo granja ni guita para comprar bocha de tomates maduros, así que no me rompan los huevos nos copa (?)



Agregamos la tomatada a la olla con verduras cocidas en oliva y le sumamos caldo (yo tenía uno casero que la rompe toda), un culito de tinto y 3 cucharadas de postre de extracto de tomate.




Le chantamos un toque de azúcar...


Las albóndigas...
Las salchichas...

 La carne...


Condimentamos de lo lindo con orégano, ají, sal y pimienta.


Y que hierva hasta que los eunucos bufen.


Párrafo aparte. Comimos de novela, estuvo todo fetén fetén. Peeero, la idea es hacer siempre una sazzizza abundante, concentradita, lista para servir en cualquier momento. Por ende, dejamos todo en la heladera hasta hoy, donde ya con otra consistencia, color, olor y sabor, claro, para enfrascar y freezar hasta nuevo aviso. Una mannnteca, nene. Clemenza, podés descansar en tu tumba tranqui.