miércoles, abril 18, 2012

CARA DE PATO

Escuchen el track #5 (bah, todos, es un discazo), "Cara de pato". Enorme canción, desde todo punto de vista.





Ya pasaron dieciséis minutos de esta oración
es hija de la falta de recursos
no siempre se me ocurre algo.

Pero quería decirte
vuelvo entusiasmado
cada vez que nos vemos.

Hoy me colgué un millón de años luz en responder
detrás de la manera indicada
de decir algo tan simple como "te quiero".

La parte de arriba
de los tilos tiene
ya un tono naranja.

Tres y cuarto, veintidós de Marzo, cada estación
trae más de un millón de estados nuevos
no se bien como se llama este

Me siento perdido
casi enamorado
pero más perdido.

Tenés que ver bastante con eso
ya no hace falta que nos disfracemos.
Las primeras veces éramos corteses,
amigos y ebrios escuchando Elliott,
el resto un delirio de vasos y besos.
Me gusta que seas así de atrevida,
tu cara de pato, aunque no lo sepas
es entretenida.
Me gusta que digas que estás complicada,
eso me despierta muchísimas más ganas
Mensajes de texto, botellas vacías,
lunar favorito, canción preferida,
te cocinaría pero no me dejas.
Creo que te intriga algo en mi cabeza,
que no está tan lima,
aunque no me creas.
Espero que sigas
creyendo que miento
cuando te repito lo mucho que te odio
es que estoy esperando
otro beso.

domingo, abril 15, 2012

NINA


Nina juega en patas en un charquito de barro del tamaño de una pizza. Dice que tiene nueve pero parece más grande: ya le asoman las curvas y las puntas de las tetitas se pelean por salir cuanto antes. Nina sonríe, aprieta la muñeca destartalada contra su cuerpo y gira sobre sí misma. Calza un jogging rosa deshilachado que apenas le cubre las rodillas y una remera naranja manchada con círculos de lavandina y rastros de tierra que se asemejan a los del test de Roscharch. Su risa es un canto de sirena; mágico, extravagante. Continúa girando mientras revolea la muñeca por los aires. Su poco pelo enmarañado toma volumen ante cada salto alocado.
-Vení para acá, Nina-, le espeta la madre, una voluminosa mujerota de no más de 30, que la espera sentada en el pasto a pocos metros, con un bebé al que intenta dormir pese a los implacables rayos del sol. Nina se acerca a la madre. Ya perdió esa expresión fresca que reinaba en sus dos bolillas negras. Dejó la muñeca al lado de un tacho de basura, recogió una pila de estampitas de la riñonera materna, y partió con cara de muerta hacia las mesas del bar que, maleducadas, invaden toda la vereda. 


¿Y SI TIENE RAZÓN EL PERRO? PARTE II

Al momento en el que escribí el post anterior, las ahora desmentidas publicadas por Verbitsky no habían aparecido. Ahora, qué interesante toda esta movida, eh. Si es tocuén, como diría el Dié, la opereta, "funcionó" estratégicamente para el autor de la nota. No, si de gil no tiene un pelo el hombre.


Buen provecho

 Por Horacio Verbitsky
En una demorada respuesta a una consulta de esta página, el ex jefe de gabinete Alberto Fernández dijo al regresar de un viaje a Colombia que no veía a Héctor Magne-tto desde su salida del gobierno, que no tenía simpatía por Mario Montoto y que no había almorzado con ninguno de ellos, ni juntos ni por separado, ni en el hotel Faena ni en ningún lado. También Magnetto, a través de un trascendido en Clarín, y Montoto, en un reportaje radial, negaron el encuentro, desmentidas que aquí se consignan. Nadie es perfecto.

jueves, abril 12, 2012

¿EL PERRO TIENE RAZÓN?





Mucho se ha escrito, hablado y chusmeado a raíz de la nota que publicó el Perro Verbitsky el domingo en Página.

A mi modo de ver, el dato más fuerte que arrojó el periodista es la presunta reunión que mantuvieron Héctor Magnetto, Mario Montoto y Alberto Fernández. Aclaro: digo "presunta" porque hasta el momento, salvo una nota pedorra de Urgente24, ninguno de los nombrados confirmó o desmintió tal información. Por otro lado, Alberto Pérez, jefe de Gabinete bonaerense, asiduo contragolpeador de Verbitsky, se llamó a un sospechoso silencio. Todos nombres pesados, qué duda cabe. ¿La intención de mostrarse juntos? Aceitar un plan en vistas a la sucesión de CFK de 2015 postkirchnerista. O deskirchnerizado.

La nota, sobre todo en la denominada bloguería Nac&Pop más, digamos, identificada con el peronismo K más ortodoxo (dudo que el término sea preciso, sepan disculpar), no cayó bien. Generó molestias. Incomodidades. He leído a varios referirse a la cuestión como un ataque (u operación) meramente "ideológico"del Perro. A otros de que no es momento de "exteriorizar una interna porque debilita". A otros por atacar al tipo más "leal del proyecto desde 2003, el que aguantó los trapos en las difíciles siempre". Y el título per se, "Scioli 2015", es interpretado como la cumbre de una escalada que se incrementó en el último tiempo mediante las fuertes revelaciones disparadas por el Perro desde su trinchera sobre el Servicio Penitenciario y la anunciada connivencia de sectores de la Bonaerense con el delito en zonas de extrema vulnerabilidad social. Todo, con la anuencia del vicegobernador Mariotto. Y La Cámpora.

Es entendible el razonamiento de quienes se fastidiaron con HV. Desde la lógica realpolitikera, desde ya. Es más, diría que hasta les asiste parte de la razón en sus manifestaciones. Una de las primeras cosas que me quedaron en tintero tras leer la nota fue si era verosímil el relato. Me explico: Verbitsky es uno de los tipos que maneja más información en el país, al tiempo que es uno de los más hábiles narradores de esa información; y en paralelo, está jugando políticamente sin tapujos. Y la primera pregunta que me hice es si la historia era verdadera. Cómo saberlo. La segunda, si era verosímil. Claro que sí.

Casualmente, hoy me topé con una nota del diario La Capital de Mar del Plata titulada "Israel colaborará con el Plan Estratégico de Agua provincial". No pareciera ser demasiado significativa, pero me dio que pensar. Y me vino a la mente la imagen de Mario Montoto. Para algún desprevenido: "Pascualito" es el vicepresidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí. Y uno de los asesores principales de Scioli en materia de seguridad. E importador de material del palo, con vínculos tanto con el Pentágono como el Mossad. Y experto en instalar cámaras de seguridad, tarea que comparte con Daniel Hadad y por la que está enemistado con el rabino Sergio Szploski, uno de sus competidores en el negocio. Nada, en realidad, que no se sepa. Pero una cosa lleva a la otra: Mar del Plata fue hace poco tiempo atrás escenario de un escandalete por un llamado a licitación sospechoso hecho por el municipio (comandado por el sciolista Gustavo Pulti), donde se habría favorecido a la empresa de Montoto.

La inquietud a veces puede más. Así fue que di con un dato que desconocía y que extrañamente Verbitsky omite en su nota: la relación de Montoto con Ciccone Calcográfica. Si bien es cierto que el vínculo existió hace varios años, no deja de llamar la atención. Por lo menos a mí. En otro artículo, esta vez de Martín Granovsky, publicado en 2004, aparecen otros elementos por demás jugosos, que complejizan aún más la cuestión. Cito textual (destacado propio):


"Otro acreedor (NdR: de Ciccone) es la empresa Universal Control. Pertenecía a Rodolfo Galimberti, el ex montonero convertido en empresario menemista que desarrolló sus negocios primero aprovechando sus contactos con funcionarios de Menem y luego con hombres de Fernando de la Rúa. Uno de ellos fue el ex número dos de la SIDE Darío Richarte, uno de los grandes amigos de Daniel Hadad, a tal punto que funcionarios de la SIDE como Juan Carlos Daidone terminaron trabajando al servicio del copropietario de Canal 9. 
Hay otro ex montonero transformado en entrepreneur que no figura entre los acreedores a pesar de sus vinculaciones con Ciccone, de quien fue socio en una empresa: es Mario Montoto".



Pero hay más. Alberto Fernández, hoy enemistado con el kirchnerismo, públicamente sostuvo en reiteradas ocasiones que Scioli es un gran candidato. No es ninguna novedad. Tampoco que Alberto era un operador con vínculos más que aceitados en Tribunales. A punto tal que la famosa "cama" a Enrique Olivera en 2005 tuvo su firma: un hombre suyo, Daniel Bravo (hijo de Alfredo y relacionado a la vida política de River), fue quien puso la jeta por la operación. Y cómo olvidar la causa de las coimas en el Senado, reflotada por el propio Alberto quien convenció (vaya uno a saber cómo) a Pontaquarto para que testifique. El juez que elevó esa causa a juicio oral fue Daniel Rafecas. Y habría que recordar qué estudios de abogados intervinieron e intervienen ahora. Y el rol de la Secretaría. Todo tiene que ver con todo, diría Pancho Ibáñez. Hay partes de la película que nadie está contando. Apenas parecería ser la punta del ovillo.